Una funcionaria ha recibido una indemnización de 46.500 euros debido al estrés sufrido en el juzgado como resultado de las constantes peleas entre el magistrado y la letrada judicial. La Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Justicia han sido condenados por no coordinarse adecuadamente para prevenir dicho daño.
La sentencia narra los hechos que ocurrieron en el año 2010. La funcionaria, que trabajaba como tramitadora procesal como interina desde hace 24 años, había estado destinada durante 16 años en el Juzgado de Primera Instancia número 14 de Barcelona. Las constantes disputas entre el juez y la letrada judicial sobre sus competencias generaron una «situación de conflicto y falta de organización» en la oficina, afectando a todos los miembros del equipo. Se llevaron a cabo diversas investigaciones por posibles casos de acoso laboral hacia los funcionarios, aunque no se llegaron a mayores consecuencias.
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